Isco. Sí. Para algunos un vil manipulador de la bola. Para el común de los mortales y de los que compartimos el gusto por el fútbol: un jugón. Es aquel que junto a Modric ve los espacios y juega a lo imposible. Dos magos con chistera donde ambos dos juegan a repartirse el papel del conejo que sale del sombrero.
Cada vez que tocaba el malagueño el balón era una caricia para los sentidos. Una ocasión que podía ir para dentro de no ser por Olsen. Oh si, maldito Olsen. Tanto Bale como Benzema, Isco o incluso Modric soñarán esta noche contigo. Y no es para menos. Tú que has salvado a la Roma de salir escaldada del Santiago Bernabéu. Cuando parecía que el conjunto de Concha Espina se iba a ir de vacío a los vestuarios, salió el mago principal, se encarnó en David Copperfield y puso el 1-0.
Tras el descanso, el Real Madrid fue a más. Además, Marco Asensio y Mariano calentaban. El hispano dominicano lo hizo bajo una atronadora ovación. No sabía lo que se le venía encima. Benzema fue el primero en salir. Ovacionado, como mandan los cánones, puesto que esta temporada, como pocas, todo le sale.
Pero todavía faltaba por salir la puntilla. La expectación por Mariano era enorme en la grada, y no defraudó. Vini, vidi, vinci. El delantero hispano dominicano no tardó en tocar la pelota y la dejó en el fondo de la red. Dulce estreno en competición europea no sólo para él sino para todo el equipo.
La próxima jornada de fase de grupos, el equipo blanco visitará Moscú para medirse al CSKA y al frío de la Federación Rusa.